Toda empresa industrial que quiera ser competitiva debe adoptar una estrategia de mejora continua de sus métodos. Si tuviéramos que resumir de forma sencilla la excelencia operativa, podríamos decir que se trata de un conjunto de planteamientos destinados a ser mejores que la competencia, sobre todo en la organización de los procesos y las tareas, pero también en la asignación de los recursos humanos. Vamos a ver qué ventajas tiene para una empresa aspirar a la excelencia operativa, y también cómo medirla.
¿Qué es la excelencia operativa?
Definición
La excelencia operativa se refiere a la capacidad de una empresa para proporcionar los mejores productos o servicios posibles con el mínimo uso de recursos. Así pues, una empresa capaz de mantener un buen nivel de excelencia operativa está en condiciones de generar un nivel óptimo de beneficios.
Sin embargo, sería un error reducir la excelencia operativa a una técnica de gestión de costes. El concepto va mucho más allá, y en particular implica el nivel de competencias y la polivalencia de los empleados, así como la satisfacción del cliente. De hecho, algunos ven la excelencia operativa más como un estado de ánimo que como un método. En efecto, acercarse lo más posible a la excelencia operativa requiere un esfuerzo constante por parte de todos los empleados, un compromiso de aprendizaje continuo y un proceso bien engrasado.
Una respuesta a la gestión ajustada
El concepto de excelencia operativa tiene su origen en el de la Gestión ajustada. Se trata de un método de producción cuyo origen se atribuye a Toyota, que quería fabricar vehículos ahorrando costes de producción. A continuación, el método se popularizó ampliamente, siendo adoptado por empresas industriales de todo el mundo como medio de mejorar la competitividad.
No fue hasta principios de la década de 2000 cuando se criticó por primera vez el Lean. Estas técnicas fueron criticadas por centrarse exclusivamente en reducir costesen detrimento del bienestar de los trabajadores. A raíz de estos ataques, algunos agentes del sector han ido evolucionando hacia una visión menos rígida, y que considera que el capital humano es un recurso estratégico por derecho propio.
Entonces, ¿la excelencia operativa consiste en reducir costes teniendo en cuenta el capital humano? Es un buen comienzo, pero veamos con más detalle por qué merece la pena poner en práctica esta filosofía en su empresa.
¿Por qué poner en práctica la excelencia operativa?
Las empresas que pueden producir mejor, más rápido y más barato suelen ser las que destacan. La crisis sanitaria mundial ha ampliado la brecha entre quienes han adoptado la tecnología digital y quienes tardan en modernizarse.
Pero ten cuidado, no se trata sólo de poner en marcha las herramientas adecuadas. Mucho más que un conjunto de procesos, la excelencia operativa es una filosofía que debe ser comprendida por todos, desde el personal operativo hasta los directivos.
¿Cuáles son las ventajas de este enfoque? Hay tres categorías principales:
Optimización de recursos y costes
En muchos sectores, gran parte del tiempo se dedica a tareas repetitivas, administrativas y/o de escaso valor añadido. Algunos estudios estiman incluso que sólo entre el 15 y el 20% del tiempo se dedica a actividades puramente productivas. Uno de los objetivos de la excelencia operativa es limitar el tiempo dedicado a tareas que consumen mucho tiempo y que pueden automatizarse.
También es importante identificar las métricas clave (por ejemplo, tasa de rechazo, número de averías mensuales, etc.) que deben supervisarse para identificar posibles áreas de mejora en el ciclo de producción.
Participación de los trabajadores
La mentalidad de excelencia operativa también implica capacitar a todos los empleados. Automatizar algunas o todas las tareas menos interesantes permite a los operarios concentrarse en tareas más gratificantes. Como hemos dicho antes, todo depende de la cultura corporativa. Y una cultura corporativa sana significa empleados comprometidos. Así pues, la excelencia operativa fomenta formación continua, intercambio de conocimientos y desarrollo de competencias cuando sea pertinente. Del mismo modo, implicar a los empleados en la elección de los KPI a controlar para cada puesto de trabajo les da las claves para tomar decisiones acordes con los objetivos de la empresa.
Mejorar la imagen de marca
Al situar al cliente en el centro de sus procesos, la empresa pretende reducir los plazos de entrega, al tiempo que optimiza el tiempo de producción, los residuos y los errores. El resultado es mayor satisfacción del cliente lo que conduce a una mejora gradual de la imagen de la marca.
Por último, la excelencia operativa eleva el nivel deadaptabilidad a los nuevos retos empresarialescomo las posteriores a la pandemia de 2020.
Las 5 métricas de la excelencia operativa
La excelencia operativa se mide tradicionalmente a través de cinco temas principales. Para cada uno de ellos, es necesario identificar los KPI pertinentes.
Calidad
La calidad suele medirse por el porcentaje de residuos. Este indicador suele complementarse con métricas relacionadas con el cliente, como el porcentaje de devoluciones o el número de reclamaciones.
El ser humano
Todos los miembros de la empresa deben ser conscientes de la mentalidad de excelencia operativa. Para lograrlo, es importante ofrecer una buen nivel de flexibilidad Los directivos también desempeñan un papel clave en la planificación y asignación de sus equipos. Herramientas digitales de planificación permitirlesoptimizar la organización de los puestos de producción.
Plazos de entrega
A menudo considerado como uno de los indicadores más importantes, el plazo de entrega mide el tiempo transcurrido entre la recepción de un pedido y la entrega final. La idea, por supuesto, es reducir este tiempo sin afectar negativamente a los niveles de calidad esperado.
Salud y seguridad de los trabajadores
Los indicadores relativos a la salud de los empleados dicen mucho de la atención que presta la empresa al bienestar de estos últimos. Un número anormal de paros puede ser indicativo de una mala distribución de las tareas, de falta de comunicación o de falta de implicación.
En pocas palabras:
La excelencia operativa es mucho más que una metodología para reducir los costes de producción. Esta filosofía implica una estrategia global, que requiere :
1. Identificar áreas de mejora en las líneas de producción.
2. Aumentar el valor del trabajo de los empleados reduciendo las tareas de escaso valor añadido y proporcionándoles formación continua.
3. Situar al cliente en el centro de la visión de la empresa y esforzarse por alcanzar un nivel óptimo de flexibilidad y versatilidad.