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11 de enero de 2024

La crisis del soldador nuclear en 2024

En los años 80, Francia se consolidó como líder mundial de la industria nuclear, afirmando su pericia y capacidad de innovación en este campo crucial. Este periodo, a menudo considerado como los años gloriosos del sector nuclear francés, se caracterizó por un rápido desarrollo y una considerable expansión de la tecnología nuclear.

En el centro de este auge se encontraban actores clave comoÉlectricité de France (EDF), que desempeñó un papel fundamental en el desarrollo y la explotación de centrales nucleares. Estas instituciones no sólo reforzaron la posición de Francia en la escena internacional, sino que también contribuyeron al crecimiento económico del país.

Durante este periodo, Francia experimentó una expansión masiva de su capacidad nuclear. La construcción de nuevas centrales nucleares estaba en pleno auge, lo que provocó un aumento de la demanda de competencias especializadas, sobre todo en soldadura e ingeniería nuclear. Esta demanda estimuló la formación y el desarrollo de una mano de obra altamente cualificada, capaz de cumplir los estrictos requisitos técnicos y de seguridad del sector.

La experiencia de Francia en tecnología nuclear no sólo fue reconocida a nivel nacional, sino que también fue muy solicitada a nivel internacional, lo que le permitióexportar sus conocimientos y consolidar aún más su reputación de líder mundial en este campo.

Sin embargo, a pesar de este periodo de prosperidad e innovación, el sector nuclear no tardó en enfrentarse a grandes retos. En los años siguientes se produjo un cambio en las políticas energéticas, creció la preocupación por el medio ambiente y las instalaciones nucleares envejecieron progresivamente, lo que planteó problemas de mantenimiento, modernización y cumplimiento de normas de seguridad cada vez más estrictas.

Así pues, echando la vista atrás, los años 70 a 90 parecen ser una época dorada para la industria nuclear francesa, un periodo en el que el país asentó firmemente sus cimientos como potencia nuclear mundial, al tiempo que sentaba las bases para los retos venideros.

En los albores del siglo XXI, se produjo un cambio de paradigma en el sector energético que marcó el inicio de un periodo de abandono progresivo de la industria nuclear francesa. El creciente interés por las energías renovables y las preocupaciones medioambientales empezaron a eclipsar a la energía nuclear, antaño considerada un pilar de la estrategia energética nacional.

Cierre de centrales: 14 reactores previstos para 2025

Esta transición energética se ha visto acelerada por una serie de importantes decisiones políticas. La más notable fue la decisión del Gobierno francés de cerrar 14 reactores nucleares de aquí a 2035. Esta decisión, anunciada por el presidente Emmanuel Macron, tenía por objeto reducir la proporción de energía nuclear en el mix energético francés, en consonancia con los compromisos medioambientales y los objetivos de transición energética del país.

Sin embargo, el proceso de cierre de reactores nucleares ha suscitado fuertes críticas y debates. Algunos han visto los cierres como un debilitamiento de la independencia energética de Francia, especialmente en el contexto de la crisis energética y la reducción de las importaciones de gas ruso. La promesa de cierre se detalló ya en noviembre de 2018, con un plan inicial para que 14 reactores de 900 MW dejaran de funcionar en 2030, comenzando con los dos reactores de Fessenheim en el verano de 2020.

A pesar de estos anuncios, el balance real de cierres bajo la presidencia de Macron es diferente. Solo dos reactores, los de Fessenheim, se han cerrado bajo su gobierno, aunque la decisión se tomó antes de su mandato. Otros reactores en Francia, como Brennilis o los tres reactores de primera generación de Chinon, se cerraron por razones no directamente relacionadas con la política del presidente Macron, a menudo debido a su tecnología obsoleta u otros factores.

No obstante, la promesa incumplida de cerrar más reactores ha tenido un impacto considerable en la industria. Ha provocado una reducción de las inversiones en el sector nuclear y ha afectado a la planificación de los recursos humanos de las empresas del sector. Como consecuencia, se ha producido una pérdida gradual de competencias especializadas, sobre todo en áreas críticas como la soldadura nuclear.

Crisis del soldador nuclear de Mercateam

La situación se ha visto agravada por la falta de una visión clara del futuro de la energía nuclear en Francia, lo que ha provocado una falta de interés por las carreras profesionales en el sector y un declive en la formación de nuevos talentos. Esto ha provocado una disminución de la mano de obra cualificada esencial para el mantenimiento y el funcionamiento de las centrales nucleares, sentando las bases de la actual crisis de soldadores nucleares en 2024.

  • Conflicto Rusia-Ucrania e impacto en el suministro y los costes de la energía/electricidad: El conflicto entre Rusia y Ucrania ha tenido un impacto considerable en el abastecimiento energético, especialmente en las importaciones de gas, acentuando la vulnerabilidad energética de muchos países, entre ellos Francia. Esta situación ha llevado a una mayor concienciación sobre la importancia de la soberanía energética y ha puesto de relieve los límites de la dependencia de fuentes de energía externas.
  • Reanudación de la actividad nuclear en Francia : En respuesta a esta crisis, y en reconocimiento de la estabilidad e independencia que puede ofrecer la energía nuclear, Francia fue testigo de un importante punto de inflexión en 2023. Tras un periodo de descenso de la producción nuclear, debido en parte a la parada de muchos reactores por mantenimiento o por problemas de corrosión, Francia inició una vuelta gradual al servicio de sus instalaciones nucleares. Esto marcó un cambio significativo en la política energética del país, destinada a reforzar su soberanía energética y reducir su dependencia de las fuentes de energía importadas.
  • Debates y decisiones políticas : La promesa de Emmanuel Macron en 2018 de cerrar 14 reactores nucleares fue muy debatida. En realidad, bajo su presidencia solo se cerraron dos reactores de Fessenheim, pero la decisión influyó no obstante en la percepción de la energía nuclear en Francia, dando laimpresión de un declive inminente del sector. Esta perspectiva ha obstaculizado la inversión en la industria y limitado la formación y contratación de personal cualificado, como soldadores nucleares, creando grandes retos para el mantenimiento y la ampliación del parque nuclear francés.
  • Impacto en el mercado laboral: La escasez de personal cualificado, sobre todo en oficios especializados como la soldadura nuclear, ha creado un cuello de botella en el sector. La industria nuclear se encuentra en una situación delicada, con escasez de competencias especializadas cruciales para la explotación y el mantenimiento de las centrales. Esta escasez es tanto más problemática cuanto que Francia intenta revitalizar su industria nuclear en el contexto de la actual crisis energética.
  • Perspectivas de futuro : A pesar de los retos, Francia se ha comprometido a reforzar su autonomía energética, con especial atención a la energía nuclear. Esta renovación del sector nuclear requiere esfuerzos considerables en materia de formación y contratación para colmar el déficit de cualificaciones y apoyar los ambiciosos planes de construcción de nuevos reactores. La crisis actual subraya la importancia de una planificación a largo plazo y una preparación adecuada para garantizar la seguridad y la eficacia energética del país.

La situación actual, marcada por una aguda escasez de soldadores nucleares, refleja la urgente necesidad de una respuesta coordinada para reforzar el sector nuclear en Francia, pilar esencial para alcanzar los objetivos de soberanía energética y transición ecológica.

  1. El soldador nuclear: una profesión muy técnica

El soldador nuclear es un profesional cuyo papel es crucial en el montaje, la instalación, la modificación y el mantenimiento de infraestructuras en emplazamientos nucleares. El trabajo requiere el dominio de diversos procesos de soldadura, desde los manuales hasta los automáticos, y un conocimiento profundo de los planos en 3D. La seguridad es una preocupación constante, con el uso obligatorio de equipos de protección y la capacidad de trabajar en condiciones y posturas complejas.

Esta profesión requiere un alto nivel de conocimientos técnicos, rigor y formación continua. Los soldadores pueden especializarse por tipo de instalación, montaje, sector de actividad, proceso, metal, posición de soldadura y tipo de pieza. Actualmente existe una gran demanda de soldadores nucleares en Francia, donde los requisitos específicos de esta industria exigen una atención especial en términos de competencias y calidad.

crisis de la soldadura nuclear

2. La importancia crítica de la soldadura en las centrales nucleares

En un reactor nuclear, cada soldadura es esencial y debe soportar condiciones extremas, como alta presión y radiactividad. El descubrimiento de fallos relacionados con las soldaduras, como el ocurrido en la central de Penly, ilustra la gravedad de las consecuencias de una soldadura defectuosa.

3. Escasez de soldadores cualificados y sus consecuencias

La escasez de soldadores cualificados se ha convertido en un grave problema para la industria nuclear francesa. Ante esta escasez, el país ha tenido que recurrir a soldadores extranjeros, sobre todo estadounidenses, para ayudar a reparar los reactores afectados por la corrosión. Sin embargo, incluso con estos refuerzos internacionales, la industria francesa sigue careciendo de trabajadores cualificados. Ante esta situación de emergencia, se han puesto en marcha iniciativas como la creación de la escuela Hefais (Haute école de formation en soudage) para formar hasta 200 soldadores al año a partir de 2023.

4. Retos y oportunidades en materia de formación y contratación

Francia se enfrenta a un déficit de 7.000 soldadores, 1.000 de los cuales son necesarios específicamente en la industria nuclear. Esta situación crea oportunidades para las personas que deseen formarse en este campo. Sin embargo, la soldadura es una profesión exigente, que requiere una movilidad y una adaptabilidad que pueden no convenir a todo el mundo.

5. 5. Perspectivas de futuro

La reactivación nuclear de Francia, con planes para seis nuevos reactores EPR y futuros submarinos de última generación, pone de relieve la urgente necesidad de formar a más soldadores especializados. Los soldadores nucleares desempeñan un papel crucial en el mantenimiento y la ampliación de la capacidad nuclear, y su escasez representa un reto importante para la seguridad y la eficiencia de las instalaciones energéticas del país.

La crisis a la que se enfrentan actualmente los soldadores nucleares en Francia refleja una serie de carencias acumuladas durante décadas, sobre todo en materia de planificación e inversión en competencias especializadas. La pandemia de COVID-19 actuó como catalizador, exacerbando estas carencias. Durante este periodo, se pospusieron muchas operaciones de mantenimiento esenciales, lo que llevó a descubrir problemas inesperados de corrosión y desgaste en varias centrales nucleares.

Estos retrasos en el mantenimiento no sólo pusieron de manifiesto la fragilidad del sector ante la falta de personal especializado, sino que también repercutieron directamente en el suministro de electricidad. Muchas centrales se encontraron funcionando por debajo de su capacidad óptima, lo que provocó cortes de electricidad y agravó la vulnerabilidad energética del país. Esta crisis sirvió de llamada de atención, subrayando la urgente necesidad de reforzar y revitalizar las competencias en el ámbito nuclear para garantizar la continuidad y la seguridad del suministro energético.

El conflicto entre Ucrania y Rusia en 2022 ha tenido un impacto considerable en la geopolítica de la energía en Europa. Esta situación ha puesto de manifiesto la dependencia de muchos países europeos, entre ellos Francia, de las importaciones de energía, en particular de gas natural ruso. La reducción de estas importaciones ha provocado una importante subida de los precios de la energía y ha puesto de manifiesto la necesidad de una mayor independencia energética.

Para Francia, esta crisis ha reafirmado la importancia estratégica de la energía nuclear como pilar de su autonomía energética. La dependencia energética del exterior, sobre todo en un contexto de tensiones internacionales, ha reforzado la voluntad política e industrial de relanzar e invertir en el sector nuclear. Esto incluye no sólo el mantenimiento y la modernización de las centrales existentes, sino también el desarrollo de nuevas capacidades, especialmente mediante la construcción de nuevos reactores EPR.

Estos acontecimientos pusieron de manifiesto las debilidades estructurales del sector nuclear francés, sobre todo en materia de mano de obra cualificada, y aceleraron las decisiones estratégicas encaminadas a reforzar la soberanía energética del país.

Obsolescencia y falta de interés de las generaciones más jóvenes: Históricamente, a medida que ha disminuido el interés por la energía nuclear, menos jóvenes se han sentido atraídos por las carreras en este campo. Esta situación se ve agravada por el envejecimiento gradual de la mano de obra actual, unido a la falta de iniciativas eficaces para formar y preparar a la próxima generación. Además, los programas de formación existentes no suelen estar suficientemente adaptados a los requisitos específicos y rigurosos de la soldadura nuclear, lo que crea un desajuste entre las aptitudes que se enseñan y las que se requieren en este campo.

El impacto de esta crisis en la industria nuclear francesa es considerable, y puede apreciarse a varios niveles:

  • Riesgos para la seguridad de las instalaciones : La falta de soldadores cualificados representa un riesgo directo para la seguridad de las instalaciones nucleares. Cada soldadura que no cumpla las estrictas normas del sector puede convertirse potencialmente en un punto de fallo, comprometiendo la seguridad y la integridad de las centrales.
  • Repercusiones económicas: Los retrasos en los proyectos de mantenimiento y construcción no son sólo problemas técnicos, sino que también generan importantes costes adicionales. Estos gastos imprevistos pueden afectar a la rentabilidad del sector e imponer cargas financieras adicionales a las empresas y, por extensión, a los consumidores.
  • Amenaza para la posición energética de Francia: la escasez de soldadores cualificados pone en peligro la capacidad de Francia para mantener su estatus de actor principal en el sector de la energía nuclear. Sin una mano de obra suficientemente cualificada, el país corre el riesgo de perder su posición estratégica en este ámbito crucial, tanto en términos de innovación como de producción de energía.

En conclusión, la crisis de los soldadores nucleares en Francia es un problema complejo que requiere atención inmediata y soluciones a largo plazo. Requiere una acción coordinada entre los gobiernos, las instituciones educativas y los agentes de la industria para revitalizar el interés por las carreras nucleares, modernizar los programas de formación y garantizar la seguridad y la eficacia de las instalaciones nucleares francesas.

Para resolver la crisis de los soldadores nucleares, se han propuesto una serie de medidas e iniciativas que implican una estrecha colaboración entre empresas, instituciones de formación y gobiernos.

Ante la emergencia, una de las soluciones a corto plazo fue recurrir a soldadores extranjeros. En 2022, EDF movilizó a un centenar de soldadores e instaladores de tuberías altamente cualificados de Estados Unidos y Canadá para reparar las tuberías de seis reactores nucleares afectadas por la corrosión. Aunque esta intervención fue temporal, compensó la escasez inmediata de mano de obra cualificada y mantuvo las instalaciones en funcionamiento.

Se ha pedido a unos 3.000 antiguos ingenieros y técnicos nucleares, ya jubilados, que compartan sus conocimientos esenciales con las generaciones más jóvenes. El objetivo es transferir competencias cruciales y colmar temporalmente el déficit de personal cualificado.

Se han creado escuelas especializadas en soldadura nuclear, como Hefais (Haute école de formation en soudage), con el apoyo de grandes empresas como EDF, Orano, CMN y Naval Group. Estas escuelas pretenden formar a 200 soldadores al año, adaptando sus planes de estudios a las necesidades del sector. Sin embargo, estas iniciativas no bastarán por sí solas para satisfacer la enorme necesidad de soldadores cualificados.

El Gobierno ha lanzado una "movilización general" por el empleo en el sector nuclear, con el objetivo de contratar y formar a 100.000 personas entre 2023 y 2033. Este ambicioso plan incluye soldadores, caldereros, ingenieros y otros profesionales. La medida responde a la reactivación de la energía nuclear anunciada por el presidente Macron y pretende reforzar la soberanía energética de Francia al tiempo que contribuye a combatir el calentamiento global.

El éxito de las soluciones a la escasez de soldadores nucleares depende de un sistema eficaz y sostenible de transmisión y gestión de competencias. En este contexto, empresas como Mercateam están desempeñando un papel de apoyo con diversos agentes del sector para gestionar y evitar problemas de pérdida de conocimientos técnicos, especialmente en sectores en los que la seguridad es una cuestión clave.

Laautomatización y la robótica son también elementos clave de esta estrategia. Los robots soldadores, capaces de trabajar en condiciones extremas y con notable precisión, podrían aliviar en gran medida la carga de trabajo de los soldadores humanos. Aunque no sustituyen al soldador nuclear, estas tecnologías optimizan los procesos de mantenimiento y construcción, al tiempo que minimizan los errores humanos.

La crisis de los soldadores nucleares es una llamada a la acción para todos los implicados. Es crucial que reconozcamos la urgencia de la situación y movilicemos los recursos necesarios para garantizar el futuro del sector energético. Esta crisis no sólo representa un reto, sino también una oportunidad para replantear las estrategias de formación y trabajo, y garantizar un futuro seguro y próspero para la energía nuclear en Francia.