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31 de agosto de 2022

Excelencia operativa: definición y práctica

Toda empresa industrial que quiera ser competitiva debe adoptar una estrategia de mejora continua de los métodos. Si tuviéramos que resumir lo que es la excelencia operativa, podríamos decir que es un conjunto de enfoques destinados a ser mejor que la competencia, especialmente en la organización de los procesos y las tareas, pero también en la asignación de los recursos humanos. Veremos qué es lo que le interesa a una empresa para aspirar a la excelencia operativa, pero también cómo medirla.

¿Qué es la excelencia operativa?

Definición

La excelencia operativa es la capacidad de una empresa para ofrecer los mejores productos o servicios posibles con la menor cantidad de recursos. Así, una empresa que puede mantener un buen nivel de excelencia operativa es capaz de generar un nivel óptimo de beneficios.

Sin embargo, sería un error reducir la excelencia operativa a una técnica de gestión de costes. El concepto va mucho más allá e implica, en particular, el nivel de cualificación y versatilidad de los empleados, o la satisfacción de los clientes. Algunos incluso consideran que la excelencia operativa es más un estado de ánimo que un método. En efecto, acercarse lo más posible a la excelencia operativa requiere un esfuerzo constante de todos los empleados, la adopción de un aprendizaje continuo y un proceso bien engrasado.

Una respuesta a la gestión ajustada

El concepto de excelencia operativa tiene su origen en el concepto de gestión Lean. Se trata de un método de producción que se atribuye a Toyota, que quería producir vehículos ahorrando costes de producción. Este método se popularizó entonces, siendo adoptado por empresas industriales de todo el mundo que vieron en él un medio para ganar competitividad.

No fue hasta principios de la década de 2000 cuando surgieron las primeras críticas a Lean. De hecho, estas técnicas fueron criticadas por centrarse exclusivamente en la reducción de costes, en detrimento del bienestar de los empleados. A raíz de estos ataques, los agentes del sector han ido cambiando paulatinamente hacia una visión menos rígida, que considera el capital humano como un recurso estratégico en sí mismo.

Entonces, ¿la excelencia operativa consiste en reducir los costes teniendo en cuenta el capital humano? Es un buen comienzo, pero veamos con más detalle por qué merece la pena poner en práctica esta filosofía en su empresa.

¿Por qué practicar la excelencia operativa?

Las empresas que pueden producir mejor, más rápido y más barato suelen ser las que destacan. La crisis sanitaria mundial ha ampliado la brecha entre los que se han digitalizado y los que tardan en modernizarse.

Pero cuidado, no se trata sólo de poner las herramientas adecuadas. Mucho más que un conjunto de procesos, la excelencia operativa es una filosofía que debe ser entendida por todos, desde el personal operativo hasta los directivos.

¿Cuáles son las ventajas de este enfoque? Se pueden distinguir tres categorías:

Optimización de recursos y costes

En muchos sectores, una gran proporción del tiempo se dedica a tareas repetitivas, administrativas y/o de escaso valor añadido. Algunos estudios estiman incluso que sólo entre el 15 y el 20% del tiempo se dedica a actividades puramente productivas. La excelencia operativa tiene como objetivo limitar el tiempo dedicado a las tareas que consumen tiempo y que pueden ser automatizadas.

Por otro lado, es importante identificar las métricas clave (por ejemplo, la tasa de chatarra, el número de averías mensuales, etc.) que hay que supervisar para identificar posibles áreas de mejora en el ciclo de producción.

Participación de los empleados

La mentalidad de la excelencia operativa implica también la capacitación de todos los empleados. La automatización de algunas o todas las tareas poco interesantes permite a los operadores concentrarse en tareas más gratificantes. Pero no sólo eso, como se ha mencionado anteriormente, es la cultura corporativa la que pone en marcha la pelota. Y una cultura corporativa sana significa empleados comprometidos. Por ello, la excelencia operativa fomenta la formación continua, el intercambio de conocimientos y el perfeccionamiento cuando es pertinente. En la misma línea, implicar a los empleados en la elección de los KPI a controlar en cada puesto de trabajo les da las claves para tomar decisiones en línea con los objetivos de la empresa.

Marca

Al situar al cliente en el centro de sus procesos, la empresa pretende reducir los plazos de entrega, al tiempo que optimiza el tiempo de producción, los residuos y los errores. El resultado es una mayor satisfacción de los clientes, lo que conlleva una mejora progresiva de la imagen de la marca.
Por último, la excelencia operativa aumenta el nivel deadaptabilidad a los nuevos retos empresariales, como los que se derivan de la pandemia de 2020.

Las 5 métricas de la excelencia operativa

La excelencia operativa se mide tradicionalmente a través de cinco temas principales. Para cada uno de ellos, es necesario identificar los KPI pertinentes.

La calidad

La calidad se suele medir por el porcentaje de residuos. Este indicador suele complementarse con métricas relacionadas con el cliente, como el porcentaje de devoluciones o el número de reclamaciones.

El ser humano

Todos los empleados de la empresa deben ser conscientes de la mentalidad de excelencia operativa. Los directivos también tienen un papel clave en la planificación y asignación de sus equipos. Los directivos también tienen un papel clave en la planificación y asignación de sus equipos, y las herramientas de planificación digital les permitenorganizar los turnos de producción de forma óptima.

Plazos de entrega

A menudo considerado como uno de los indicadores más importantes, el plazo de entrega mide el tiempo transcurrido entre la recepción de un pedido y la entrega final. La idea, por supuesto, es reducir este tiempo sin afectar negativamente al nivel de calidad esperado.

Salud y seguridad de los empleados

Los indicadores relativos a la salud de los empleados dicen mucho sobre la atención que presta la empresa al bienestar de los trabajadores. Por ejemplo, un número anormal de paros puede indicar una mala distribución de las tareas, una falta de comunicación o una falta de implicación.

En resumen:

La excelencia operativa es algo más que una metodología para reducir los costes de producción. Esta filosofía implica una estrategia global, que requiere :

1. Identificar las áreas de mejora en las líneas de producción.

2. Aumentar el valor del trabajo de los empleados reduciendo las tareas de poco valor añadido y proporcionándoles formación continua.

3. Situar al cliente en el centro de la visión de la empresa y procurar un nivel óptimo de flexibilidad y versatilidad.

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