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11 de abril de 2022

Empezar un negocio en la industria el día de la mayor caída bursátil de la historia

La industria nunca duerme, ni siquiera durante las crisis económicas más graves. El 12 de marzo de 2020, día del mayor desplome bursátil de la historia, es una prueba viviente de ello. Mientras el CAC 40 registraba la mayor caída de su historia, hundido por el susto de la crisis sanitaria del coronavirus, las bolsas de todo el mundo seguían una trayectoria de caída libre. A pesar de este contexto turbulento, se tomó al mismo tiempo una decisión audaz: lanzar Mercateam, una ambiciosa start-up del sector industrial.

Aquel día, al teléfono con mis socios, nuestras voces delataban tanto entusiasmo como incertidumbre. Pero con un fervor sin igual aprobamos la transferencia de fondos para llevar a buen puerto este proyecto, abriendo un nuevo capítulo en nuestra visión industrial.

Dar los primeros pasos en la industria en medio de una tormenta financiera puede parecer una locura para algunos, pero para nosotros era el momento perfecto para demostrar la resistencia y el valor de nuestra idea. La historia de Mercateam, su lanzamiento y su ascenso, a pesar de los obstáculos de este periodo sin precedentes, demuestra que el mundo de la industria es capaz de recuperarse, incluso ante los retos más difíciles.

Nuestra historia comienza en noviembre de 2019 con la ambición de entender uno de los sectores menos de moda del momento: la industria. Con las personas más brillantes que he conocido, pasamos 6 meses sobre el terreno visitando fábricas francesas y descubriendo día a día las dificultades del sector, pero también sus puntos fuertes.

A pesar del miedo a lanzar una empresa en esas condiciones, estábamos convencidos de que nuestra herramienta nunca tendría tanta repercusión en la sociedad francesa como hoy.

Industria
Índice CAC 40 el 12 de marzo de 2020

Primera constatación: la industria francesa va mal

El origen del proyecto se debe a un simple objetivo: "Entender por qué la industria francesa va mal, y cómo despertar a la bella durmiente...".

Investigación de los usuarios en la industria
El equipo durante una búsqueda de usuarios en uno de nuestros clientes

Con la crisis económica como telón de fondo, el sector se ha convertido de la noche a la mañana en el centro del debate. La epidemia de COVID-19 ha suscitado muchas críticas a las decisiones industriales tomadas en los últimos 30 años. Una de las más recurrentes es la sensación de que hemos empobrecido nuestra cuenca industrial al trasladar la producción al extranjero.

Basta con encender la radio o ver cualquier canal de noticias para ver la impotencia de nuestros sanitarios que no disponen de medios materiales (mascarillas FFP2 que llegan a cuentagotas, batas defectuosas, etc.) para luchar contra esta epidemia. Los hospitales temen que se agoten las existencias de medicamentos tras sólo 4 semanas de internamiento, mientras que el 80% de nuestros principios activos (medicamentos) se fabrican en India o China.

La ironía es tal que ahora nos vemos obligados a luchar en el asfalto de un aeropuerto para enviar a Francia máscaras fabricadas en China y pagadas a un alto precio.

Industria
"En un mes, el 89% de los franceses se declaran favorables a la deslocalización de los medios de producción de las empresas francesas, aunque ello repercuta en el precio de compra"

La guerra de precios y el efecto mariposa.

Estas decisiones estratégicas de deslocalización son difíciles de criticar porque somos nosotros, los consumidores finales, quienes hemos ejercido una demanda cada vez más exigente sobre los productores, lo que ha desembocado en una "guerra de precios".

Luego asistimos a un abandono del operador de producción en Francia año tras año. Buscando ser lo más competitivas posible, las fábricas perseguían la última máquina, trasladaban su centro de producción y minimizaban todos los costes relacionados con los empleados. La actuación de los empleados sobre el terreno no era importante, ya que no se confiaba en ellos.

Esto se refleja hoy en día con cifras contundentes: una tasa media de absentismo muy alta (>8%) y un clima social catastrófico, como demuestra la crisis de los Chalecos Amarillos. El 60% de las fábricas no pueden producir con normalidad durante la coronación debido a la falta de competencias y el 72% de los directores de fábrica están preocupados por la creciente brecha entre las necesidades de la industria del futuro y las competencias reales de sus operarios. Todo esto sin mencionar las oleadas de empleados que se jubilan y que se van con valiosos recursos y conocimientos que no serán reemplazados.

Las buenas noticias

Fui el primero en pensar que la industria francesa ya había perdido ante los costes laborales de los países en desarrollo. Esto no es cierto. Francia puede contar con conocimientos técnicos reconocidos internacionalmente en todos los sectores: artículos de lujo, aeronáutica, energía nuclear, procesamiento de alimentos, productos farmacéuticos y muchos otros.

Tras esta constatación, la pregunta que nos planteamos, de varios miles de millones de euros, fue cómo utilizar esta fuerza para volver a ser competitivos. Rápidamente nos dimos cuenta de que la respuesta no se encontraba en un catálogo de máquinas 4.0 (=robots) ni en la automatización de las líneas, sino en los obreros. En nuestra opinión, el reto es utilizar la revolución digital como palanca para trabajar de forma más eficiente y preparar a nuestros operadores para los problemas del mañana.
En resumen: el renacimiento de la industria francesa tendrá que basarse en las competencias y el saber hacer de sus empleados. La carrera ya ha comenzado.

Lo que está en juego

Tras varios meses de trabajo de campo, más de 100 personas entrevistadas en 6 sectores diferentes, he aquí los que creemos que son los retos del mañana:

Transmisión de los conocimientos tradicionales

En 2020, la tasa de jubilaciones en la industria del automóvil se estima en un 35% y es aún mayor en otros sectores. Las fábricas francesas están haciendo malabares con los trabajadores temporales y los estudiantes en prácticas y no pueden renovar eficazmente estas salidas. Sin embargo, el conocimiento de ciertas personas es el valor añadido de ciertas industrias. Las personas que saben qué consejos y trucos aplicar en el día a día son las que los practican: no RRHH ni los directivos demasiado alejados del terreno.

El soldador calderero: ¡un buen ejemplo de saber hacer crítico!

Formación continua en nuevas competencias y versatilidad de la Industria 4.0

¿Sigue imaginando a un operario de producción haciendo la misma tarea manual todo el día? La verdad es muy diferente, las máquinas nunca han sido tan técnicas. Los operadores suelen estar detrás de varias pantallas y dirigir varias producciones al mismo tiempo. Su día a día se parece más a la resolución de problemas como los codificadores, que a golpear un martillo. Así, ayudándoles a mejorar, podremos responder a la explosión de competencias que nos espera.

"En 2025, el 50% del trabajo lo realizarán las máquinas donde hoy es el 30%" FEM

Maximizar el despliegue del equipo

Los puestos operativos son cada vez más técnicos, las auditorías son cada vez más estrictas y los objetivos de productividad son cada vez más rigurosos: hay que poner rápidamente a la persona adecuada en el lugar adecuado. En estos momentos, decenas de fábricas no pueden reabrir sus puertas porque no han desarrollado la versatilidad de sus operarios. Por lo tanto, se quedan con tareas y encargos cruciales para continuar la producción, pero sin empleados cualificados para llevarlos a cabo.

El equipo de fútbol: un buen ejemplo de asignación

El problema: ¡no es tan fácil de hacer!

A pesar de esta obviedad, no hay muchas soluciones para estos tres retos. El problema es que las fábricas se han trasladado fuera de las ciudades (¡hasta 1975, la fábrica de Citroën ocupaba 22 hectáreas del distrito 15 de París!)

La antigua fábrica de Citroën: ¡56 años de servicio en el corazón del distrito 15 de París!

Los empresarios los descuidan porque a menudo son inaccesibles. El resultado es sencillo: no existe ninguna herramienta de gestión de equipos operativos que pueda ofrecer una experiencia de usuario digna de Facebook o Twitter. Sobre el terreno es un infierno organizarlo, y las únicas herramientas disponibles son Excel y Word. Hemos visto decenas de ejemplos sobre el terreno, pero el más elocuente es el de mi socio, que, tras dos años de solicitar la certificación eléctrica en un gran grupo CAC40, finalmente obtuvo una fecha para realizar la formación tras dejar esa empresa para lanzar Mercateam. Por lo tanto, trabajó en 230V sin formación durante este tiempo.

Nuestra solución:

Ante este problema, empezamos a soñar con la primera herramienta digital y colaborativa que nos permitiera gestionar mejor a las personas sobre el terreno. Nos acompañó el mejor equipo imaginable: OSS Venture Builder. Después de tres meses de diseño y código, hemos desarrollado la plataforma Mercateam para :

Captura de pantalla de la plataforma Mercateam desplegada en 4 sectores industriales
  1. Gestione fácilmente las habilidades y la polivalencia del equipo con una matriz de polivalencia digitalizada y con tarjetas de operador que se actualizan automáticamente.
  2. Inicie cursos de formación con un solo clic para elevar rápidamente el nivel de los operadores y ganar versatilidad en sus equipos. Objetivo: no volver a encontrarse con habilidades esenciales para la producción que tienen muy pocas personas en el equipo (=habilidades críticas)
  3. Planificar la asignación de los equipos a los puestos de forma manual, pero también automática: la planificación coloca a la persona adecuada en el lugar correcto, teniendo en cuenta todas las condiciones posibles (dominio de una tarea, problemas de salud, autorizaciones, formación actual)
  4. Crear un espacio dedicado a los obreros para que puedan consultar la información del campo en unos pocos clics (¡el 80% de los trabajadores franceses no tienen pantalla!)
  5. Analizar y homogeneizar los datos del terreno con un Cuadro de Mando 2.0.

Lo soñamos y lo hicimos: después de intensas semanas, algunas noches sin dormir y gracias a 5 empresas, pudimos probar el producto.... La conclusión es simple y clara: ¡funciona! Eliminamos decenas de documentos de Excel y Word que nunca se actualizaron. El efecto directo: el intercambio de información entre las operaciones y las funciones de apoyo mejora en más de un 50% . La herramienta ahorra a nuestros clientes hasta 7 horas semanales en su planificación y 52 gotas de sudor.

Además de simplificar nuestro trabajo, Mercateam mejora el valor del operador con docenas de funciones: mis equipos tienen un fácil acceso a la plataforma para hacer un seguimiento de sus habilidades y solicitar formación, y tengo un recordatorio diario de los cumpleaños y aniversarios para celebrar

Benjamin, supervisor
Entrevista con un operador

La crisis del coronavirus nos ha hecho tomar conciencia de la importancia de las personas en la gestión de nuestros equipos y tenemos la suerte de trabajar con grupos industriales reconocidos en todo el mundo, a los que damos las gracias.

Me gustaría concluir con un punto importante: no es un lanzamiento, sino una misión que Mercateam se ha fijado para aportar valor a las fábricas y a los obreros. valor para las fábricas y los obreros. La crisis del COVID-19 ha permitido darse cuenta de lo esenciales que son ciertos empleos en nuestra sociedad, y eso es bueno, pero no basta con constatarlo. Debemos actuar y acompañarles hacia los retos del mañana, que para nosotros son: la polivalencia, el aumento de la competencia y la valorización del operario para invitarle a participar activamente en su empresa.

Adrien y Kévin

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